Los estudiantes secundarios chilenos han hecho revivir un nuevo Mayo como aquél de 1968 en París que estremeció a toda la vieja Europa. Cada cierto tiempo los jóvenes estudiantes ponen la nota. En Chile hay una especie de secuencia de hitos históricos en ese plano, hitos que se unen a otros en América Latina, incluido el horror de la noche de Tlatelolco ese mismo año por la cruenta represión a su movimiento.
Los años de las décadas de 1960 y 70 son expresión de las demandas estudiantiles universitarias por reformas en la educación superior, y por hacer que la universidad fuera la conciencia crítica de la sociedad, y coadyuvante de los cambios que la misma sociedad reclamaba.
El colapso ya anunciado, la crisis de un sistema educacional antidemocrático y de funesta inspiración doctrinaria tiene a ese sistema en el sarcófago y hoy se camina sobre sus escombros. Ya no podía encubrirse más.
Existió un tiempo en que Gobernar era Educar, el pedagogo Valentín Letelier acuñó ese axioma (Gobernar es Educar), que después aplicó el educador y gobernante Pedro Aguirre Cerda, en 1938.
Esperemos que ahora la educación comience a ser el problema de todos. El Estado no puede ni debe soslayar su rol rector ineludible para que de verdad Gobernar sea Educar.
Esperemos que ahora la educación comience a ser el problema de todos. El Estado no puede ni debe soslayar su rol rector ineludible para que de verdad Gobernar sea Educar.
Sólo una advertencia final. Surgen voces de oportunistas que ofrecen sus buenos y santos oficios para apagar el incendio. En verdad lo que buscan es salvar el sistema de privatización y de privilegios. Los estudiantes tengan claro ese riesgo.
Chile, mayo-junio de 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario