martes, 5 de febrero de 2008

FIDEL CASTRO, UN IMPRESCINDIBLE.

Fue el genial dramaturgo y pensador alemán Bertolt Brecht, quien habló de los hombres imprescindibles, de aquellos que luchan toda la vida. Fidel es uno de ellos. Desde 1950 ya se conoce de sus lides, de sus luchas estudiantiles. Será en 1953, con el Asalto al Moncada, inspirado en el apóstol José Martí, que seguirá cabalgando siempre en pos de la justicia, la independencia de Cuba y la dignidad de su pueblo, pasando por el hito triunfante de 1959 hasta nuestros días.

Más de una vez ha dicho el Comandante ser el primer esclavo de la Revolución, por lo que ese proceso le demanda, y reclamarse a sí mismo ante su pueblo no ser todavía lo suficientemente comunista, indicando con ello que comunistas son los más abnegados, los más empeñados en el sacrificio por los demás, y los más consecuentes con sus principios e ideas. En su primera visita a Chile en 1971 señaló que el modelo de comunista era el Che.

Hoy, debido a su incesante batallar yace afectado de una dolencia física, su lucha ahora es también por vencer ese otro mal. Fidel ha marcado la mitad del siglo XX y se proyecta señeramente en la presente centuria. El honor y gloria que le ha tocado vivir al mando de la primera Revolución Socialista de América es un mandato de la historia.

Curioso investigador de cuanto existe, conductor apasionado, lector incansable, maestro en el arte de decir, antiimperialista por profunda convicción, culto por antonomasia, y lo que no sabe se lo imagina. Es lo que en alta jerga revolucionaria se denomina a un cuadro.

Inclaudicable ante el imperio que lo ha muerto mil veces, y que hoy a través de sus cadenas televisoras internacionales azuza a la repugnante gusanera de Miami a que festine su enfermedad, soñando tal vez con recuperar sus fortunas y privilegios perdidos que amasaron a través de la explotación, el crimen y la subasta de la Patria.

Lo que no saben quienes así fantasean es que la lucha de Fidel no ha sido en vano. Ignoran en su candidez aquellos que así ilusionan que en Cuba hay y existirá un pueblo culto dispuesto a la batalla, a defender su dignidad que por la gracia de nadie ha conquistado, sino por su alta y noble conciencia revolucionaria.

Cuba conjuga dos verbos: dar y defender. Dar solidaridad al mundo en la salud, la educación, el conocimiento y la cultura. Defender los principios, las ideas, la dignidad, aun al precio de la vida. Si de transición se trata Cuba ya la hizo, la hizo a través de una Revolución hace 47 años.

El mundo admira a Cuba y a Fidel, y los respeta por sus ejemplos y por sus sacrificios.

Chile, agosto de 2006.

4 comentarios:

lichazul dijo...

carlos lautaro
he estado oteando vuestro blog y leído algunos artículos ...FELICITACIONES...son de gran contenido y por sobretodo con conocimiento de causa , cosa que se agradece :)
volveré con un buen té verde y pondré mayor análisis , pero sepa que me ha gustado los tópicos acá expuestos...la educación no sólo pasa por las aulas ...es toda la existencia que se interrelaciona para proponer un modelo ; como el lenguaje que evoluciona (sin excluir los errores )tema que en lo particular me apasiona.

un abrazo fraterno para usted
y sepa también que enlacé su dirección de blog al mío

elisa

Beatriz Lorca Espinoza dijo...

No hacemos nada con dar libertades que son solamente teóricas. El derecho a escribir, muy bonito; pero el que no sabe escribir no puede tener derecho a escribir. El derecho a hablar libremente, muy bonito; pero el analfabeto que no ha abierto un libro nunca en su vida, porque no le dieron oportunidad, no puede tener derecho a hablar...

Grande!!!!!

Unknown dijo...

Estimada Elisa,una agrado recibir tus palabras,la inclusión de mi página en tu selecto listado, y tus generosos conceptos.

Mis afectos.

Carlos.

Unknown dijo...

Hola,Beatriz,agradezco tu deferencia de escribirme y dar tu valiosa opinión.

Espero nuevos contactos contigo.

Afectuosos saludos.

Carlos.