jueves, 31 de enero de 2008

VOLODIA, PATRIMONIO CULTURAL DE CHILE.

Neruda, en su tiempo, llamó a Volodia Teitelboim "el senador de la Inteligencia". Exacta y señera frase para presentar a un hombre del vuelo intelectual del parlamentario por Santiago.

Muy de tarde en tarde los pueblos dan vida a eminencias y talentos como el poeta, como Gabriela y como Volodia. Son personalidades que fulguran con luz propia. Chile ha sido de alguna manera ubérrimo en dar a luz nombres como los citados y otros que sería extenso nominar, en las artes, las ciencias y el pensamiento creador.

Ha partido en este siglo, a sus 91 años, el muchacho del siglo veinte, dejando un indeleble legado literario y de la más alta política.

¿Quién en sus más de 70 años de activa vida pública no escuchó a Volodia o no supo de su nombre? Una institución radial fue su columna "Volodia Comenta".
El perseguido, el encarcelado y el relegado fraguó también en esos aciagos retiros su prodigiosa obra.

La política concebida como el arte de pensar caminos para transformar la sociedad y construir un mundo mejor, tiene en Teitelboim a uno de sus más brillantes exponentes. Orador riguroso de elevada palabra y de caudalosa memoria.

La luminosa generación literaria del 38 lo registra entre sus creadores más notables.

Nuestro pensador revolucionario de insobornable consecuencia política, en su infancia curicana fue un niño lector prodigioso.

La edición en los años 60 de su libro Hombre y Hombre que contiene su experiencia lectora de los genios de la literatura rusa y de los escritores de la posterior revolución bolchevique, fue un hito insoslayable en nuestro mundo literario.

Nadie podrá esquivar sus documentadas biografías de Huidobro, Mistral, Neruda, Borges y Juan Rulfo. Su pensar y su quehacer político-literario tienen el buen nombre de otra de sus obras, El Oficio Ciudadano.

Su palabra elaborada está inscrita también en sus innumerables discursos, comentarios y conferencias que pronunció en Chile y en el exterior, son esos documentos un verdadero patrimonio cultural de Chile.

Nuestro Volodia fue un orador y conductor de masas. Millares de ciudadanos recordarán sus memorables intervenciones de campañas políticas en plazas y calles de nuestro país.

Seguidores y adversarios acusarán el vacío que deja su partida. Eso ocurre con los hombres que brillan en el firmamento de las ideas. Nunca necesitó del improperio ni del argumento fácil en el debate.

En el lenguaje político revolucionario la palabra cuadro tiene un especial significado, así como el vocablo compañero. Cuadro es el militante, el dirigente que logra alcanzar el mejor desarrollo doctrinario y político. Cuadro es el creador en el pensar, en el decir y en el hacer, es el que destaca por su abnegación y profunda sensibilidad. Volodia deja también ese inmenso vacío.

Recuerdo su pasión y su clara inteligencia, su sabiduría innata, y la inflexión precisa de su voz. También una de sus frases en momentos difíciles de reflexión y decisiones políticas : "La inteligencia nunca está demás".

Chile, febrero 1 de 2008.

martes, 29 de enero de 2008

CRÓNICAS DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN

A 30 años del secuestro y desaparición del revolucionario

Carlos Contreras Maluje

Los años de las décadas 1960 y 70 son hitos en la historia universitaria chilena. Al hacer recuentos y crónicas de esa historia del país habrá que pasar necesariamente por esos tiempos.

Algo se ha escrito, nunca todo. En esos años la sociedad vivió la eclosión de un vasto movimiento estudiantil universitario inquieto, pensante y organizado.

El país se aprontaba a experimentar un parto de nuevas ideas y de transformaciones. Algo se percibía y gravitaba en el ambiente.

En el mundo universitario se vivía esa misma atmósfera. Las caducas estructuras académicas crujían al paso de los estudiantes y frente al debate que éstos impulsaban desde los claustros. Reforma era el grito, así como ocurrió en Córdoba en 1918.

Asambleas, foros, debates y marchas por las grandes alamedas eran la expresión multifacética de un movimiento estudiantil que exigía definir a la universidad como la conciencia crítica de la sociedad y situarla con su función creadora en la línea de los cambios que la misma sociedad reclamaba.

Los más altos dirigentes políticos del país fueron parte de las múltiples jornadas que se impulsaban desde el interior de la universidad. La lucha era política y también de ideas. La sociedad se expresaba en las entrañas académicas y el torbellino de ideas que gravitaba en las aulas contribuía a nutrir la razón de la lucha social.

La reforma universitaria demandada por los estudiantes hizo que su movimiento fuera de masas.

Concepción y su universidad son parte de ese hito. Su alma mater fue escenario y protagonista de miles de episodios por los cambios democráticos de sus estructuras de poder, y por la amplitud universal del conocimiento.

El sabio letonés y luego chileno, Alejandro Lipschutz, enseñó en sus aulas. El Premio Nobel, Pablo Neruda, recibió en 1966 el Premio Atenea. El líder revolucionario y conductor de su pueblo, Fidel Castro, llegó hasta el aula mayor del Foro Abierto, en 1971.

La universal Violeta Parra cantó su arte en sus espacios.

El Presidente Salvador Allende inauguró durante su mandato, en cada ocasión, el año académico ante la comunidad transformada en multitud.

Centenares de trascendentes personalidades del país son hijos de sus aulas o enseñaron en ellas.

El poeta, Premio Cervantes, Gonzalo Rojas, educó a generaciones de pedagogos.

Centenares, y más aún, son los dirigentes estudiantiles que se fraguaron en las luchas y debates por democratizar la sociedad y la educación. Sus nombres no deben ser pasto del olvido. Quienes fuimos sus coetáneos no dejemos de asumir esa responsabilidad y ese deber. Inscribamos siempre sus nombres y sus nobles actos en las páginas de la historia y en las ubérrimas conciencias de las generaciones presentes y futuras.

Particularmente la o las izquierdas de esos años se nutrieron de lúcidos cuadros que se formaron en los debates universitarios y en el estudio de las doctrinas revolucionarias que sembraron de conciencia y entusiasmo aquellas décadas de convulsión social y política en América Latina.

Nadie podrá ignorar nunca la heroica incursión y la imagen de Ernesto Guevara, el Che, así como su muerte en los campos de batalla en Bolivia, y su doctrina inspiradora y combatiente que ha quedado como indeleble impronta en el curso de los tiempos.

En especial para nosotros estudiantes de aquellos años, militantes o no, esos son tiempos de claros ideales. 1970 es un hito de la sociedad chilena toda. La creación política de esos años hizo posible articular en un solo haz vertientes doctrinarias distintas e históricamente antagónicas. Más pudieron el ideal y la visión de los líderes políticos de esa época y el peso de las esperanzas populares.

La tarea inédita era construir una sociedad distinta para dejar atrás un pasado de oprobio, de explotación y de profunda marginalidad social. La segunda independencia era el objetivo superior.

1973 es el otro hito en la historia social y política de Chile. La inevitable confrontación social de intereses era el escenario de cada día. Los seculares dominios imperiales y de la burguesía nativa estaban en riesgo por la voluntad soberana de un pueblo.

Hubo multitudes en acción portadoras de afanes, sueños e ideales; también hubo contradicciones y desencuentros en el movimiento popular. Todo fue expresión de un episodio de la historia.

Lo vesánico, lo aciago y lo siniestro, y el desbocado instinto homicida de quienes vieron heridos sus mezquinos intereses de clase y sus privilegios fue la reacción contrarrevolucionaria de quienes pretendieron exterminar la vida y la cultura. La democracia fue fusilada.

Nombres e imágenes siguen presentes hoy y estarán siempre en la memoria colectiva.

Más personalmente puedo decir hoy, con motivo de estos 30 años del secuestro y desaparición de Carlos Contreras Maluje, un compañero de pensar profundo y seguro de los objetivos políticos de su tiempo, de profesión Químico – Farmacéutico, regidor en la ciudad de Concepción hasta 1973 y militante comunista, que recuerdo los rasgos y sellos de muchos estudiantes y dirigentes políticos universitarios de diversas inspiraciones doctrinarias y políticas que marcaron con sus actos los momentos que vivieron, todos víctimas de la brutalidad del fascismo militar y de un sistema, entre ellos, a Jorge Fuentes Alarcón, un verdadero agitador, ocurrente como pocos, ex Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, sociólogo, de militancia en el MIR ; a Miguel Enríquez, un adelantado dirigente, locuaz y categórico, fulminante en los debates, médico, Secretario General del MIR; a Arturo Hillerns, médico, un consecuente inspirado en su ideal cristiano; a José Jara, Químico – Farmacéutico, uno que comprendió la importancia de conocer las teorías; a Bautista Van Showen, médico, dirigente del MIR, un lúcido inquieto; a Luciano Cruz Aguayo, médico, un valeroso y desafiante dirigente, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.

Nadie escapó a la ferocidad de una dictadura que durante 17 años se mantuvo en el poder absoluto sobre la base del terror, la tortura, la desaparición de personas y el crimen.

Compañeros como Luis Durán, Sergio Lagos, Sergio Riffo, Arturo Villabella, y todavía otros, no serán olvidados, sus nombres están inscritos en la piedra y en el metal combatiendo hasta la herrumbre de los tiempos, y se unen a ellos otros combatientes académicos y obreros que ofrendaron sus valiosas vidas en nombre de los más justos y nobles ideales.

Honor y gloria a quienes así vivieron y lucharon y fueron consecuentes hasta el último instante de sus vidas. En rigor, ellos no son mártires ni víctimas, sino combatientes ejemplares.

Respeto y justicia plena para todos ellos.

Memoria eterna de sus nombres.


NOVIEMBRE 3 de 2006

lunes, 28 de enero de 2008

ÉTICA, ESA PALABRA MALDITA.

Nuestra Gabriela Mistral usó como impronta la palabra “maldita” para referirse a la paz en tiempos del holocausto. Hoy me la apropio para remitirla al debate de los salarios, guardando las debidas consideraciones con respecto a nuestra Premio Nobel.

Todo habría de ser ético. Nada de lo humano debiera escapar a esa esencia en el proceder de cada ciudadano.

Los agravios a lo ético son de cada día. No sólo los salarios. Hacer filosofía sale barato cuando debiera ser lo más valóricamente caro.

La modernidad actual va en derecho contra la ética. Contaminar el mundo no es ético, agredir a otro no es ético. Tampoco es ético que millones de niños en el mundo trabajen.

Faltar a la ética es inhumano y antiestético por añadidura.

Sucede que nadie, o casi nadie se mira a sí mismo antes.

Si el Padre Hurtado viviera mucho nos diría a todos con plena autoridad, y no sólo por los misérrimos salarios y pensiones, sino por las conductas de cada día.

Hemos puesto a la ética en el banquillo, la hemos crucificado, desde luego unos más que otros.

Vivimos en un mundo en el que hay que salvarse y no salvar, un mundo en el que todo tiene precio y nada tiene valor.

Gabriela nos dijo “hay que educar para la democracia”, no para corregirla, sino para reafirmarla, digo hay que educar para ser éticos.

El latrocinio se ha instalado hace mucho y es la norma en el proceder público y en otras esferas. Otra norma es decir y no hacer.

Paliar no sirve porque es mitomanía. Hay que ir a la radicalidad.

Otro grande de nuestras letras, Pablo de Rokha, escribió con fuego sobre los “asaltantes de la ética”. Ha sido injustamente antiético mantener hasta hoy en el olvido a tan grande valor de la estética y del pensamiento. La amnesia deliberada es otra pequeñez humana.

Cada día hay motivos para la decepción por los cometidos humanos, pero es humano también sentir latente siempre la esperanza por cambios conductuales esenciales.

Pienso que la primera revolución ha de ser ética.


AGOSTO de 2007

(La imagen corresponde a una obra de Roser Bru)

viernes, 25 de enero de 2008

PATRICIA TRONCOSO, TESTIMONIO DE VIDA.

Cada minuto que pasa se hace un siglo cuando la vida de un ser humano está en riesgo crítico, es el caso de Patricia. La noticia, más que en Chile, conmueve al mundo. Una huelga de hambre en prisión por la dignidad de su pueblo la tiene al borde de la muerte. Su cuerpo y su espíritu resisten, como prolongada fue la resistencia de sus antepasados frente a la invasión foránea, defendiendo los territorios y sus culturas.

Los pueblos suelen extraviar su memoria histórica, contribuye a esa amnesia el que la historia hecha por los pueblos la escriban y la enseñen otros.

El despojo y la usurpación vienen desde muy lejos en los tiempos y en la geografía, los descendientes de los invasores, los mestizos de ahora, hoy guardan silencio o niegan, no reconocen deudas, ni tampoco a quienes reclaman esos débitos. Los primeros residentes son pueblos " constitucionalmente " ignorados, las leyes en este sistema y en este país sirven para eso, para consagrar injusticias. Toda negación y represión de la historia es inmoral. El olvido deliberado es antiético.

Son Lautaro, Caupolicán y otros combatientes ancestrales de la dignidad, auténticos Padres de la Patria, representan ellos una paternidad étnica colectiva, legada a través de los tiempos.

Hoy, en medio de una sociedad que se debate en una profunda crisis moral que ya nadie detiene, basta con ver cada día a través de los medios de prensa la profunda descomposición en todos los niveles, Patricia Troncoso con su sacrificio al límite, da una lección de la más alta moralidad humana, expresadas en su conciencia y solidaridad. Más de cien días de ayuno a esta fecha consumen sus fuerzas biológicas.

Hoy el faranduleo casquivano sustituye a la cultura. Ya no se educa, a lo más se instruye o capacita. Vivimos los tiempos de una pirotecnia huera y caótica.

Como se sabe la invasión española de los territorios de nuestra América tuvo un costo de casi cien millones de indígenas muertos, asesinados. Ese costo, también cultural, no está saldado.

Las actuales reclamaciones que hacen los pueblos originarios de este continente, de este mismo territorio, y en el mundo, son recién el inicio de futuras luchas mayores.

Ahora hay que salvar la vida de Patricia Troncoso Robles con mayores exigencias por su libertad, hay que instalar la justicia verdadera, y construir realmente un mundo en el que tengan cabida todos los mundos.

ENERO 26 de 2008

miércoles, 9 de enero de 2008

PARA SER PRESIDENTE EN CHILE

No se escucha todavía en este país, en las áreas de la administración y en los manejos del Estado, decir por quienes son propuestos para determinados cargos "no tengo las aptitudes" o "carezco de idoneidad". Esa lección de honestidad y de estatura ética aún no se oye. Enrique Santos Discépolo, el creador de Cambalache, sigue teniendo mucha razón en la centuria que cursa, sus versos son fuertes para marcar a quienes se encaraman o acortan camino. Los fraudulentos fueron señalados a fuego en la ya clásica citada creación.
Siempre he creído que quien alcanza la Primera Magistratura de una nación ha de ser una persona brillante, excelsa, dotada de las condiciones que le permitan ejercer notablemente el cargo, cualquiera sea su signo. Si se observa el espectro mundial la decepción es la norma. Chile no escapa actualmente a este funesto patrón. Se ha olvidado aquello de el mejor entre sus iguales. Santos Discépolo sigue vigente.
Alcanzar el honor o el poder a cualquier precio es parte de la descomposición moral que socava a la sociedad moderna.
Hay quienes en el campo de las artes se postulan poetas, y muchas veces sus escritos no pasan de ser simples boleros, el pudor es otro olvido.
Que las apariencias engañan ¡qué duda cabe!. En el mundo de la publicidad no todo lo que brilla es oro, pero parece. En las justas político-electorales gana el que más aparenta. Los dolores vienen después, para el que eligió y también para el elegido.
Lo vemos hoy, lo que se evidencia es la ineptitud de muchos que ocupan cargos. Una solución para estos casos sería la revocabilidad de los mandatos, pero es de alto costo moral (también económico...) imponerse a sí mismos esa sentencia. Hoy renuncian ministros, pero no hace lo mismo quien los ha nombrado. Abdican y no dicen porqué realmente lo hacen. Orillar es parte de la idiosincrasia.
Vivimos en el mundo del decir y no hacer. El apóstol José Martí sentenció justamente que la mejor forma de decir es hacer. Otro grande como él dijo que no hay teoría sin práctica. Hay necesidad de oír y seguir a los maestros.
El cargo presidencial no se improvisa, tampoco el de sicólogo, plomero, médico, piloto de avión o educador. "A la chilena" los resultados siempre serán fatales.
Tener o no "dedos para el piano", metáfora de la calle, es casi un principio vocacional y, sobre todo ético a tener en cuenta al momento de elegir representantes, y por éstos antes de presentarse a una justa electoral o previamente a ser nominados para cualquier cargo de responsabilidad pública.
Dejo para otra ocasión las imágenes "pastelero a tus pasteles" y , "a quien le venga el sayo que al menos se lo pruebe".

ENERO, 2008

sábado, 5 de enero de 2008

JOTA EME: EL DON DE LA PALABRA

La noticia nos ha efectado, sobre todo a quienes conocimos a través de las ondas radiales a Julio Martínez Pradanos, el periodista deportivo que se formó en la escuela de la vida, como él mismo decía. Fue un improvisador nato frente al micrófono, un constructor de semántica. Ha partido al inicio de este nuevo año 2008, ese hombre que tuvo el don de la palabra.
Hablo de los años 1950, para algunos antes y para otros después, pero es el hito cronológico de la radiotelefonía chilena, fue la época en la que todos oían radio, se aprendió a escuchar, porque nada se veía como hoy. Se educó el oído, y quien sabe oír sabe hablar. Cuando bien se escucha el buen hablar, el verbo y las imágenes caen en terreno ubérrimo.
Recuerdo que cada noche la gente esperaba los solventes comentarios deportivos de Jota Eme en Radio Agricultura. Su abanico temático era vasto, no sólo era la noticia directa y árida, sino la recreación que él agregaba, el aderezo que hacía todo más ameno y afectivo. Fue una forma de comunicarse, una forma de educar.
Éramos niños y nuestros padres creaban ese clima expectante de silencio para oír la radio y a través de ella a periodistas tan notables como Luis Hernández Parker, Tito Mundt, Mario Céspedes, y otros de esa extraordinaria generación del buen decir, eran educadores de verdad.
En contraste lo que hoy existe deja que desear en radio, en tv y en la prensa escrita. Hay espacios que francamente habría que clausurar por profilaxis mental y porque son un insulto a la inteligencia. Vivimos tiempos de una indigencia verbal espantosa.
Jota Eme nos dejó esa altura que en su voz alcanzó la palabra. Sus comentarios del día 23 o 24 de diciembre eran memorables, la impronta tan humana de su decir deportivo y social nos impactaba y nos dejaba pensativos. De sus sensibles palabras se colegía que el hombre podía y puede ser mejor, que la fraternidad entre los seres humanos era y es un fin posible, inspirado en aquella fecha que hablaba en "el lenguaje universal de las campanas", o en aquella imagen final de sus comentarios navideños " en cada niño que ríe hay un canto a la dicha y un canto al amor".

ENERO 2 de 2008